La Seca, municipio más emblemático en la Denominación de Origen Rueda. Posee la mayor extensión de viñedos (3.600 hectáreas), y la cultura vitivinícola ha marcado el desarrollo social y económico del municipio desde el s. XVI hasta nuestros días.
Enclavado en la cuenca sur del Duero, el cual baña el paisaje uniformado de viñedos, se presenta como un destino enoturístico singular en el marco de la Ruta del Vino de Rueda cualquier época del año.
Patrimonio civil, religioso e inmaterial, se funden en la idiosincrasia que ha dotado la vitivinicultura a La Seca, como un destino singular. A través de diferentes visitas guiadas, y el compendio de actividades anuales que entroncan una amplia oferta cultural y turística, impregnan al visitante con la mística del vino: Cultura, conocimiento y placeres sensoriales.
Recorridos por el patrimonio civil y religioso: La constatación de la pujanza que ha otorgado el vino a La Seca queda reflejado en su legado patrimonial que suma a su potencial, las marcas y cicatrices de los avatares de la historia: Destacan la Casa Consistorial, obra sobre planos del arquitecto Ventura Rodríguez (último tercio del s. XVIII), el Mural Comunero cual reflejo histórico del paso de cuatro capitanes comuneros (J. de Padilla, J. de Zapata, J. Bravo y L. de Quintanilla) el 3 de septiembre de 1520 por una primigenia sacristía con motivo de la Guerra de las Comunidades. Imaginería de Alejo de Vahía y otras obras tan relevantes de la Iglesia N.ª S.ª de la Asunción como el retablo de su altar mayor, obra del retablista lasecano Juan Macías Revuelta (6 de mayo 1721 - 29 de diciembre 1802) a quién se le rinde homenaje a través de un mural en las inmediaciones del templo. La actual Sacristía, el Coro bajo o la construcción del órgano barroco (Antonio Ruiz, 1790-92), considerado el de mayor tamaño y esplendor sonoro se disfruta en las «Veladas Verdejas». De igual modo, patrimonio bajo el suelo lasecano con sus bodegas subterráneas, como la Bodega Subterránea Municipal del s. XVIII abierta al público desde verano de 2022, y en superficie luce la arquitectura civil con amplias casas solariegas e instalaciones para elaboración de afamados vinos. Más de una veintena de bodegas muestras lustre y esplendor en la materia.
Itinerarios a través del estudio y disfrute del paisaje de sus Viñedos Singulares: Flora y fauna uniformados en el horizonte cuyos protagonistas son los viñedos recogidos como singulares a través de un catálogo, tan longevos que algunos son centenarios. Tan auténticos que incluso hay pequeñas muestras de viñedos prefiloxéricos, algunos datados de 1863. Patrimonio inmaterial que cobra especial singularidad en La Seca y se pone en valor a través de los paseos «Somos Majuelos», circuitos «La Seca copa en mano», en senderos homologados como "Ecuestre, Senderismo y BTT de la Ruta del Vino de Rueda" y próximanente el sendero "Camino de la Peña" que une Tordesillas y miradores. Paseos destacables en épocas tan señaladas como la vendimia y los primeros mostos, la recuperación de costumbres olvidadas como la posterior rebusca de uvas. El arte de la poda y el aprovechamiento de los sarmientos, etc.
Todo ello, junto a sus protagonistas: Los saberes que atesoran las personas, hombres y mujeres que conforman el paisanaje de La Seca: Viticultores, enólogas, bodegueros y hosteleros.
En definitiva, La Seca, un destino dinámico con costumbres, festividades como la Fiesta del Verdejo en abril y tradiciones únicas enraizadas al acervo cultural vitivinícola, dispuesto a satisfacer los paladares más exigentes.